viernes, 13 de junio de 2014

¿Movimientos preelectorales?

Se observan movimientos raros con vistas a las elecciones sindicales. Al empleado N. se le quita de su instalación para llevarle a otra y, a su vez, es sustituido en su instalación original por V. que es de otra instalación, ahora clausurada en verano.

Lo lógico sería haber mantenido a N. en su instalación (que no cierra en verano) y enviado a V. directamente a la instalación donde falta personal.

La furgoneta de la empresa va y viene y vuelve a irse.

El encargado entrega un sobre para N. y, al preguntarnos entre nosotros si seguirá en la cafetería, responde que le acaba de ver en su instalación. Entonces, ¿porqué no le ha dado el sobre directamente a él?. Además, es falso. Efectivamente, estaba en la cafetería. Algo le ha debido decir el encargado porque luego viene N. exigiendo que nos metamos en nuestros asuntos. Parece que los asuntos del trabajo no son nuestros asuntos. Y como si él tuviera patente de corso para meterse con los demás desde su atalaya de la radio.

El encargado, bastante amable en los últimos meses, ha vuelto a su gesto adusto desde que ha sido reelegido miembro del Comité. Igual no es por la responsabilidad del cargo sino porque ahora ya no necesita fingir.

A algunos trabajadores, que uno pensaría que pertenecen -porque están afiliados- a un sindicato, parecen haber aceptado el oficio de espiar para un sindicato rival. Es de suponer que también votarán por ese sindicato que les ha captado. ¿Qué les habrán prometido a cambio? Aunque igual sí que hay algo legal que se me escapa, no se me ocurre nada limpio que se pueda prometer a cambio de un voto.

Creo que algunos tienen una autoestima tan baja que están dispuestos a cambiar el sentido de su voto simplemente porque les han hecho un poquito de caso, les han prestado un poquito de oídos o les han dado una migaja de relevancia. Y entonces hay que ver cómo van tras el encargado, o quien sea del que esperan algo, cual perritos falderos esperando un trozo de pan.

Da la sensación de que los de UGT han movilizado a todos sus pesos pesados para estrujar hasta el último voto posible. Debe ser muy importante, para ellos, lo que está en juego. No creía yo que ser sindicalista en una empresa tan pequeña fuera un chollo tan grande.

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