miércoles, 21 de agosto de 2019

Accidente laboral en San Amaro

ACCIDENTE LABORAL EN LAS PISCINAS MUNICIPALES

Parece ser que se ha producido recientemente un grave accidente en las piscinas de San Amaro. Un trabajador habría sufrido un baño o rociada de hipoclorito sódico por la rotura de una tubería a causa de una válvula indebidamente cerrada.

El accidente se produjo al descargar el hipoclorito que se usa para desinfectar el agua de las piscinas.

El camionero que lo transportaba conectó la manguera a la tubería de descarga. La llave en el extremo de esta tubería tenía que estar abierta para llenar el depósito correspondiente en el sótano de las piscinas, pero estaba cerrada por causas que se desconocen, aunque se especula que pudo ser un error humano. Como consecuencia de estar cerrada la llave de salida de la tubería, se produjo una sobrepresión en la línea, que condujo a la rotura de la conexión de la manguera, rociando a su alrededor este agresivo producto químico. El principal perjudicado fue el conductor del camión, que estaba allí mismo vigilando la descarga junto al camión, quien recibió una importante rociada del producto que le pilló desprevenido, y que duró mientras cerraba la llave de descarga de la parte del camión.

El afectado fue conducido a la ducha de emergencias que se encuentra en el sótano donde se le aclaró con agua limpia. También se avisó al 112 y acudió una ambulancia, aunque nos dicen que finalmente no se llevó a la víctima a Urgencias.

En días posteriores se presentó un inspector de Trabajo y estuvo investigando el accidente y las posibles causas. aunque no ha trascendido nada de lo averiguado.

Esto ha ocurrido este verano, en una fecha que aún no hemos determinado, pero que podemos acotar entre finales de julio y principios de agosto.

Todo el asunto se habría tapado a cal y canto desde las altas esferas de Deportes, como viene siendo habitual. El servicio siempre tiene que parecer intachable y nada se ha filtrado a la prensa. El sueldazo del gerente (105.000 euros al año) puede depender de este pacto de silencio, que es más bien una ley.

Pero lo cierto es que en Deportes la preocupación por la prevención de riesgos laborales ha sido y es prácticamente inexistente, más allá de cumpir a regañadientes las mínimas exigencias legales: hacer algún cursito (de una o dos horas, no se crea usted que más) cada diez años y arreando.

Además, a este desinterés en que los empleados se preocupen y reciban formación por y para su seguridad y la de sus compañeros, se suma el hecho de que a las personas con menos experiencia se les pone a dedo en los puestos más comprometidos pero con más sueldo (quizá por la razón que luego diremos), que suelen ser los puestos de piscinas.

En efecto, la mayor parte de los recientemente contratados por bolsa de empleo, contratos de relevo y los procedentes de garantía social son destinados a piscinas, en vez de a los polideportivos. Entre los de garantía social de la última hornada está, por ejemplo, la hermana de un concejal socialista del gobierno municipal anterior (ver nuestra publicación del 3 de julio de 2019 titulada «Personal de nuevo ingreso en Deportes sin pasar pruebas»). Esto ya nos dice mucho de por dónde van los tiros.

A esta hermanísima se la ha visto conduciendo un vehículo del servicio de Deportes a las pocas semanas de entrar en la plantilla, algo tradicionalmente reservado a los y las empleados/as de mayor confianza (y presumiblemente más pelotas) de los jefes. Es, por tanto, una prueba más de que a los novatos se les destina a los puestos más comprometidos, y una explicación es que suelen ser también los mejor remunerados. En el caso de las piscinas, además, sin un adecuado itinerario de formación para la gestión de las depuradoras.

Esta adscripción de los más nuevos a los puestos de piscinas se cree que es porque se ganan mayores complementos retributivos en esos puestos pero también porque se presume que la mayoría de ellos han entrado con padrinos, a los cuales hay que contentar. Y, por lo mismo, van a ser leales a la línea oficial, que es la del gerente Yudego, y van a callar irregularidades y accidentes como el que aquí estamos destapando.

Aunque la noticia que venimos contando se ha contrastado con varias fuentes y entre unas y otras sólo hay pequeñas discrepancias en el relato de los hechos, lo presentamos casi a nivel de rumor, ya que la opacidad en Deportes es tal que conseguir confirmar todos los extremos de este accidente y ofrecer más detalles nos va a llevar algún tiempo.

Pero cuando sepamos más detalles, los publicaremos aquí porque esa es la vocación de esta página.

Si algún lector sabe más de este asunto y quiere compartirlo con la página, que no le quepa duda de que mantendremos su anonimato.  Pueden comunicarnos cualquier información relacionada con irregularidades en Deportes que pueda ser de interés publicar.

Esta noticia se ha actualizado con las últimas informaciones conocidas del suceso

Nuevo personal sin pasar pruebas

PERSONAL DE NUEVO INGRESO EN DEPORTES SIN PASAR PRUEBAS

Nos dicen que seis personas han entrado como nuevas empleadas en el servicio de Deportes.

Lo curioso y discriminatorio del caso es que estas personas no proceden de una bolsa de trabajo ni de unas pruebas como las que se hacen para los contratos de relevo. (Pruebas, por otro lado, para contratos de relevo, ilegales por lo que tienen de acceso restringido a las mismas).

No. Estas personas entran so pretexto de "parados de larga duración" (un año o más en el paro), sin pasar los filtros que se exigen a otros y en clara violación de los principios que deben regir el acceso al empleo público: igualdad, capacidad, mérito, publicidad, libre concurrencia...

Esto parece estar pasando también en otros servicios, hasta el punto de que no se sabe si algunos de los que van a Deportes han estado ya en otras secciones del ayuntamiento o de Deportes van para allí...

No es la primera vez que ocurre en Deportes. Hasta un año han estado los anteriores que entraron de la misma forma, a los que ahora les han dado de baja.

Nos dicen que una de las agraciadas con un contrato de estos es la esposa/pareja de un empleado de Deportes.

Habiendo tantos miles de parados de larga duración en la provincia (unos 6300 según Diario de Burgos), y habiendo otras secciones municipales que también están acogiendo a personas de ese colectivo, es curioso no sólo que sea familiar de este empleado sino que además haya ido destinada a Deportes. ¿Coincidencia?

Quizá no tanta coincidencia cuando se descubre que esta nueva empleada es además hermanísima del concejal (hasta estas últimas elecciones) Óscar González García (PSOE).

Las coincidencias no acaban aquí.

El empleado en cuestión, su marido/pareja, también entró de forma irregular, como explicamos a continuación.

Hacia el año 2003 se le contrató (también irregularmente) junto a otra persona del paro, con duración de un año. Ambos fueron destinados al taller de Instalaciones Deportivas.

«Para reforzar el personal del taller y sólo por un año» es de imaginar que fue la justificación que dio el gerente Yudego al entonces concejal Bienvenido Nieto, tal vez aprovechando que un fontanero del taller estaba a punto de jubilarse.

Entre col y col, lechuga: uno de los dos contratados era un viejo conocido del gerente Yudego. Había sido recogedor de balones en el equipo que Yudego entrenaba antes de ser ascendido «a los cielos» de Deportes.

Al cabo del año uno recibió la carta de despido y el otro no. ¿Quién no recibió la carta y se quedó contratado en Deportes en fraude de ley? Aciértelo el atento lector.

Efectivamente, el viejo conocido del gerente Yudego se quedó con contrato «indefinido» (se llama así porque no tiene encaje legal) hasta el día de hoy.

Se rumorea que este empleado, al ver cómo han entrado y van enlazando un contrato con otro (relevo, sustitución de bajas, sustitución de liberado sindical, etc.) las parejas de otros empleados, se habría puesto pesado con que también tenían que contratar a su pareja. Pues bien, lo ha conseguido.

En este caso, además de la presumible mano del gerente, es de suponer que también habrá tenido un empujoncito del ya exconcejal Óscar González, que ha ocupado un sitio en el Consejo del Servicio de Deportes durante los últimos cuatro años, pues se trata nada menos que de su hermana.

Normal que este exconcejal diga en alguna entrevista que ser concejal le ha producido una gran satisfacción personal (además de social). ¿Quizá le paga así el gerente Yudego algunos favorcillos que haya podido hacerle este concejal mientras estaba en el Consejo de Instalaciones Deportivas, tal vez mirando para otro lado ante irregularidades, o votando lo que le decían, aunque no fuera lo mejor para el interés general?

Por otro lado, el gerente se rodea así de fieles que no le van a cuestionar su forma de dirigir (por llamarlo de alguna forma) el servicio de Deportes.

Algo huele a podrido en la contratación de estos parados de larga duración, más allá de que ocupan puestos públicos de forma no reglamentada y contra el parecer del Tribunal Supremo, como dijimos en otra ocasión.



Peligro en el Coliseum

AMENAZAN CAERSE VARIOS PANELES ANTIRRUIDO DEL COLISEUM


Unas ciento cincuenta personas han tenido que ser desalojadas del sector C por peligro de que se cayeran sobre ellas varios paneles de atenuación sonora que se han descolgado parcialmente.



Incumplimientos habituales de los ayuntamientos

AYUNTAMIENTOS E INCUMPLIMIENTOS (DE LA CONSTITUCIÓN). INCUMPLIMIENTOS MENOS MEDIÁTICOS PERO FRECUENTES Y EXTENDIDOS.

(Por su interés intrínseco y porque creemos que muchos de los incumplimientos que se denuncian están ocurriendo regularmente desde hace años en el Servicio de Deportes, publicamos el presente artículo que forma parte de uno más amplio).

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Recordemos que cuando los ediles toman posesión lo hacen previo juramento promesa del cargo, como exige la ley, cuya fórmula incluye la expresión «guardar y hacer guardar la Constitución», lo que implica observar, cumplir, la ley, en este caso la máxima norma jurídica de nuestro ordenamiento. Sin embargo, como digo, quizás con más frecuencia de la deseada, a lo largo del mandato se incumplen preceptos constitucionales, que podemos catalogar en las materias y anomalías siguientes:

1.- Programación y ejecución de los gastos según criterios de eficiencia y economía.

Es un mandato de la C.E. a los poderes públicos, que debe respetarse y que tiene especial incidencia a la hora de celebrar contratos y convenios o de conceder subvenciones. Resoluciones de los tribunales y de las cámaras de cuentas están llenas de pronunciamientos de reproche de los actos de las Entidades Locales por infracción de la legislación reguladora de los contratos públicos y de otras normas en materia de gastos (subvenciones, convenios, normativa presupuestaria) por infracción de dicho principio constitucional.

Artículo 31.2 C.E.: El gasto público realizará una asignación equitativa de los recursos públicos, y su programación y ejecución responderán a los criterios de eficiencia y economía.

2.-Selección de personal.

Celebración de entrevista como criterio determinante de la selección, ausencia de procesos de selección, ausencia o insuficiente publicidad de convocatoria y por tanto limitación del principio de igualdad de oportunidades para el acceso a la función pública

Artículo 103.3 C.E.: La ley regulará …. el acceso a la función pública de acuerdo con los principios de mérito y capacidad. Artículo 23.2: los ciudadanos tienen derecho a acceder en condiciones de igualdad a las funciones y cargos públicos, con los requisitos que señalen las leyes.

3.-Participación en asuntos públicos.

Negativas a facilitar documentos concretos y determinados a Concejales. La petición, referente a actuaciones del Ayuntamiento del que forman parte «ha de reputarse precisa para el desarrollo de su función» y la negativa infundada infringe el derecho fundamental establecido el artículo 23.1 de la Constitución.

Artículo 23.1 C.E.: Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal.

4.-Procedimiento administrativo y audiencia a interesados.

El procedimiento administrativo es la expresión clara de que la Administración debe actuar con sometimiento a la ley y al derecho y salvaguarda de los derechos de los ciudadanos. La vulneración del procedimiento legalmente establecido puede dar lugar a la nulidad de pleno derecho de la actuación administrativa.

Artículo 105.3 C.E.: la ley regula «el procedimiento a través del cual deben producirse los actos administrativos, garantizando, cuando proceda, la audiencia del interesado».

5.-Eficacia

La falta de funcionamiento íntegramente electrónico de la Administración, que ahora se impone, impide servir al principio de eficacia y reforzar las garantías de los interesados.

Artículo 103.1 C.E.: La Administración Pública sirve con objetividad los intereses generales y actúa de acuerdo con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación, con sometimiento pleno a la ley y al Derecho

6.-Transparencia, acceso a archivos y registros.

A pesar del reconocimiento constitucional del derecho de acceso de los ciudadanos a los archivos y registros administrativos, de la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno y de alardearse de transparencia, por un lado se observan Ayuntamientos con ausencia de portal de transparencia o similar, o informaciones o bien parciales o bien carentes de comprensión, de la actividad relacionada con el funcionamiento y control de la actuación pública, y por otro numerosas resoluciones del correspondiente Consejo de transparencia y buen gobierno estimando reclamaciones de los ciudadanos ante las denegaciones de acceso a información.

Artículo 105 b) de la C.E.: La ley regulará «el acceso de los ciudadanos a los archivos y registros administrativos, salvo en lo que afecte a la seguridad y defensa del Estado, la averiguación de los delitos y la intimidad de las personas».

7.-Participación ciudadana.

La omisión de los trámites de información pública, preceptivos en numerosos procedimientos, o de participación ciudadana, recientemente incorporado, en el ejercicio de la potestad normativa pueden dar lugar también a la anulación de acuerdos adoptados por el Ayuntamiento sobre aprobación de planes o normas vulnerando los preceptos constitucionales sobre la participación ciudadana. Señala la jurisprudencia (STS, entre otras, de 15-1-2000 y 23-1-2003) que «el sentido último del trámite de información pública mira, precisamente, a que por medio de la participación ciudadana se produzcan alteraciones respecto de las previsiones originarias -para que la intervención del ciudadano pueda hacerse sentir en el curso del procedimiento y la participación resulte verdaderamente efectiva-»

Artículo 9.2 C.E.: «Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social»/ Artículo 23.1 C.E.: «Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal». / Artículo 105 a) C.E.: la ley regulará «la audiencia de los ciudadanos, directamente o a través de las organizaciones y asociaciones reconocidas por la ley, en el procedimiento de elaboración de las disposiciones administrativas que les afecten»

8.-Promover las condiciones necesarias para acceso a la vivienda.

Aunque hoy por hoy el derecho a la vivienda no se encuentra entre los derechos fundamentales sino entre los principios rectores de la política económica y social, la intervención activa de los Ayuntamientos mediante el planeamiento urbanístico y el Patrimonio Municipal del Suelo puede resultar muy relevante. En este sentido, muchas veces se incumple el mandato legal de que los bienes y recursos que integran necesariamente los patrimonios públicos de suelo en virtud de lo dispuesto en la legislación urbanística básica, deben ser destinados a la construcción de viviendas sujetas a algún régimen de protección pública.

Artículo 47 C.E.: Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación

9.-La actuación del Ayuntamiento debe servir con objetividad los intereses generales.

Se confunden muchas veces los «intereses generales» con intereses particulares, o del partido o equipo gobernante o incluso con los de la Corporación. En este sentido, es elocuente la jurisprudencia que señala que «las potestades de planeamiento urbanístico se atribuyen por el ordenamiento jurídico con la finalidad de que la ordenación resultante, en el diseño de los espacios habitables, de sus usos y de sus equipamientos, y de las perspectivas de su desarrollo, ampliación o expansión, sirva con objetividad los intereses generales; no los intereses de uno o de unos propietarios; ni tan siquiera los intereses de la propia Corporación Municipal» (STS sala 3ª, 29/2/2012, rec. 6392/2008)

Artículo 103.1 C.E.: La Administración Pública sirve con objetividad los intereses generales

10.- Principio de legalidad.

Como vemos en los preceptos que citamos la Constitución está inundada de principios y mandatos a los poderes públicos, y por tanto a los Ayuntamientos, de someter su actuación a derecho. Sin embargo, observamos que con frecuencia se confunde la discrecionalidad con la arbitrariedad, la legalidad con la conveniencia política o partidista, y el derecho con la apariencia del mismo que oculta una desviación de poder.

Artículo 9.1 C.E.: «los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico» / Artículo 9.3: La Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de las normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales, la seguridad jurídica, la responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos / Artículo 103.1: La Administración Pública actúa con sometimiento pleno a la ley y al Derecho.

Sí, guardar y hacer guardar la Constitución significa cumplir la misma. Sin embargo, las prácticas aquí apuntadas son incumplimientos de la Constitución, con una mayor o menor relevancia jurídica pero incumplimientos.

AUTOR: José López Viña

Licenciado en Derecho por la Universidad de Oviedo. Es funcionario con habilitación de carácter nacional, subescala de Secretaría, categoría superior, ejerciendo actualmente el puesto de Secretario General del Pleno en el Ayuntamiento de Móstoles. Es autor de varios manuales de procedimiento administrativo municipal así como autor, coautor o participante en diversos artículos y publicaciones, así como en la impartición de acciones formativas, en materia de Derecho Administrativo local.

Estudio de Riesgos Psicosociales 2019



ESTUDIO DE RIESGOS PSICOSOCIALES A LA VISTA

Debido a la presunta inacción de la gerencia de Deportes en temas de prevención de riesgos, la Inspección de Trabajo le ha puesto «tarea para casa». Entre otros deberes, habrá de realizar un estudio de riesgos psicosociales entre los empleados.

Como la verdad suena muy vergonzante para quienes dirigen el servicio de Deportes, porque les deja en evidencia (se han caracterizado desde siempre por el favoritismo a los afines y el ostracismo a los discrepantes, así como por sanciones injustas y otras medidas, favorecedoras cuando son para aquellos y perjudiciales cuando son para estos), el gerente y adláteres han buscado la forma de dar dorar esta píldora y que así parezca que la iniciativa procede del Comité de Seguridad y Salud. Este es un órgano prácticamente «difunto» desde el último estudio de riesgos psicosociales que fue hace cuatro años, órgano que ahora el gerente «resucita» con un metafórico desfibrilador para que vuelva a parecer el protagonista de la pantomima. Posteriormente volverá al sarcófago a dormir el sueño de los justos ya que las conclusiones del informe que resulte son intrascendentes, puesto que no hay voluntad en la gerencia de que nada cambie.

Véase cómo redactan el texto que adjuntamos, sin mención alguna a la Inspección de Trabajo.

Por supuesto, en el texto se da a entender que se pretende la máxima participación de los empleados. Pero los horarios que se utilizan son los mismos de la última vez (en el estudio de 2015), ocasión en la que, gracias a esos horarios demenciales y la advertencia tácita a los afines para que no asistieran, se consiguió un 13% de asistencia. Eso permitió a la cómplice G&M (empresa que hace el estudio) afirmar que no había base suficiente para extraer conclusiones definitivas. Pero los resultados, aunque «no definitivos» por la baja participación, eran demoledores sobre la organización del trabajo y forma de gestión del servicio.

Los horarios son:

* miércoles 12 de junio de 13:30 a 14:30 horas para turno C.
* miércoles 12 de junio de 15:30 a 16:30 horas para turno B y Mantenimiento
* jueves 12 de junio de 15:30 a 16:30 horas para turno A y Oficinas.

Es decir, si quiere asistir, el empleado tiene adelantar mucho la comida o (según el turno) retrasarla mucho, ya que la hora de entrada y salida (según el caso) a los puestos de trabajo referidos son las 15 horas.

En todo caso la empresa tendrá que compensar como horas extras el desplazamiento y la asistencia, «según lo dispuesto en el Convenio Colectivo en vigor», como dice en su escrito.

Lástima de ocasión perdida y de dinero de los contribuyentes despilfarrado, al no tomar en serio ni aplicar las recomendaciones de mejora que en aquél momento, 2015, se hicieron a la gerencia de Deportes. Sin olvidar lo más importante: el daño psicológico que se hace con las políticas de personal que se aplican a los empleados menos afines: discriminación, ostracismo, sobrecarga de trabajo, sanciones injustas, etc.

Seguramente los burgaleses nos habríamos ahorrado tener que pagar de nuevo por este estudio que cobrará religiosamente la empresa G&M Prevención.



Cena del Patrón

CENA DEL PATRÓN DE DEPORTES 2019

Esto (véase más abajo de la línea de puntos) lo publicamos hace prácticamente un año. La cena del Patrón del Servicio de Deportes se acerca de nuevo. Este año cae en el 20 de junio, víspera del Curpillos, y se celebrará en el hotel Abba.

No creemos que haya cambiado nada y que por eso volverá a constatarse la existencia de facciones que durante lustros se ha propiciado desde las altas esferas del servicio. Nada de lo que proponíamos para mejorar este encuentro y que fuera una verdadera cena de hermandad se ha llevado a cabo. Todo indica que cada uno irá corriendo a pillar silla cerca de sus afines y se evidenciarán así de nuevo los reinos de Taifas que existen en Deportes.

Sin olvidar a los desangelados y marginados por no alinearse con ninguna facción. Muchos prefieren no ir a tener que sentir que sus compañeros se apartan de ellos. También los hay que no van por no ver a ciertos jefes o a ciertos compañeros/as. Estas y otras razones supusieron el año pasado un 60% de ausencias del personal a la cena. ¿Cuántas habrá este año? Veremos.

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LA CENA DEL PATRÓN (Publicado en junio de 2018)

El siete de junio pasado tuvo lugar la cena, supuestamente de hermandad, en honor al patrón del servicio de Deportes, San Juan Bosco.

La cena sirvió para escenificar la cada año mayor división que existe entre los empleados del servicio. Se puso así de relieve el gran trabajo que viene realizando el gerente con su política de "divide y vencerás", suponemos que con gran regocijo de la concejal delegada Lorena de la Fuente y algunos miembros del Consejo del Administración del servicio.

Efectivamente, a la cena -una forma de remuneración en especie recogida en el convenio, pero de asistencia voluntaria- acudieron menos del 40% de los trabajadores, lo cual ya es sintomático. Además, una de las mesas, preparada para unos diez servicios, quedó vacía de gente y fue pronto desmantelada por los camareros.

Los empleados se fueron sentando en las restantes mesas por afinidades, más que de una forma aleatoria, lo cual habría propiciado las conversaciones entre personas que el resto del año tienen poco tiempo en común para relacionarse, y que es para lo que se espera que sirva una cena de empresa de estas: para crear buen clima en el entorno laboral y que redunde en un mejor servicio al ciudadano.

Algún empleado que actuó de forma neutral y buscó asiento en alguna mesa donde ya se habían sentado los cabecillas de la facción correspondiente, fue despachado alegando ellos que las sillas vacías estaban "reservadas" (para sus acólitos, claro, pero eso no lo dijeron). Eso no impidió que poco más tarde esos mismos cabecillas pidieran a los camareros que añadieran alguna silla más para los afines que llegaban tarde.

De esta forma, a una de las redondas mesas se sentó el personal destinado al taller de reparaciones, junto a sus parejas. No, no es que las parejas de los empleados estuvieran invitadas, sino que "casualmente" esas parejas han ido entrando en sucesivas convocatorias para cubrir jubilaciones, bajas, etc. de forma interina pero que, a efectos prácticos, les ha convertido en personal fijo por la vía de los hechos, y ocupan enseguida los mejores destinos de entre las instalaciones.

A otra mesa se sentaron los caudillos de CC.OO. junto a la mayor parte de sus afiliados y otros satélites de variada adscripción ideológica, pero con el denominador común de una supuesta oposición a la línea oficial de la empresa, pero oposición que luego no se materializa en nada o, en algunos casos, se trata simplemente de nadar y guardar la ropa, cuando no de obtener bajo cuerda ventajas inmerecidas o beneficios a costa de los derechos de otros mientras se ofrece una imagen de postura alternativa.

Ante otro mantel se reunió personal de la órbita afin a la línea que llamaremos "oficial", es decir, esos que aplauden o, al menos, justifican cada acto hostil de la gerencia contra aquellos trabajadores más reivindicativos porque se atreven a exigir el cumplimiento del convenio, del reglamento, de la legalidad, y el fin de las arbitrariedades.

En fin, los reinos de taifas que existen en Deportes encontraron acomodo en forma de mesas cerradas en lo que debería ser una cena de hermandad, para convertirla en todo lo contrario.

En una desangelada mesa que no llegó a completarse, aunque se metió con calzador gente en otras, quedaron los proscritos y represaliados por reivindicar, así como algún despistado que llegó tarde y ya no cabía en otras mesas.

En la única mesa cuadrada, situada central en la sala, se acomodó a los concejales, gerente, funcionarios y a un par de miembros del consejo de administración de Deportes que no suelen faltar a esta cita.

De los concejales estaban Lorena de la Fuente (PP), Antonio Fernández Santos (PSOE), Raúl Berzosa (PP) y Jesús Ortego (Ciudadanos). No se vio a ningún representante de Imagina Burgos.

El único encargado de Deportes que asistió a la cena llegó tarde, cuando ya todo el mundo estaba sentado, así que se entretuvo hablando con alguien en la mesa cuadrada, creemos que haciendo tiempo mientras observaba de reojo todas las mesas buscando un sitio libre, pero con especial horror vigilaba la mesa de los proscritos, la única en la que quedaban sitios libres (la otra libre la habían desocupado de platos los camareros para entonces) ya que se veía condenado a sentarse con ellos.

Al ver que no había otro remedio, se acercó a la mesa de los "malditos" (no es que les llame así nadie, pero todos se comportan con respecto a ellos como si lo fueran), a algunos de los cuales había acusado con anterioridad ante la gerencia y, a consecuencia de ello, habían sido expedientados y sancionados. Además de, en ocasiones, acosarles y tratar de perjudicarles de diversas formas. Y todo ello, creemos, para ganarse el aprecio del gerente. A cambio, el gerente le permite, por ejemplo, acudir a trabajar en ropa de calle aunque el convenio exige que los encargados porten una indumentaria de trabajo concreta. Y otras prebendas que desconocemos pero podemos suponer que existen.

Ya se había acercado a la mesa de los "apestados" (para entendernos) e incluso movido una silla para sentarse con ellos, lamentándose para sus adentros por haber llegado tarde, cuando los afines al gerente, es decir, los de su misma facción que estaban en una mesa cercana, salieron a rescatarle: cerraron filas, se apretaron un poco más en la mesa y le hicieron sitio, librándole de este modo del oprobio que le habría supuesto sentarse con los malhadados del servicio.

Al final de la cena la concejal Lorena soltó su discursito hipócrita sobre lo maravilloso que es el personal del servicio y le faltó tiempo para abandonar la sala acompañada del concejal Jesús Ortego.

Casi a continuación el resto de la mesa cuadrada fue levantándose para irse y, a renglón seguido, espantada general de todo el personal de las distintas mesas.

Resumiendo: en la ceremonia de la desunión que representó la cena, quedó patente la labor perpetrada durante casi cuatro lustros con gran éxito por el gerente Raúl Yudego y sus esbirros, con la tolerancia de los sucesivos concejales del PP que han presidido el servicio de Deportes todo ese tiempo, y valiéndose de la inestimable colaboración de la oposición política en el consejo de administración, desaparecida, en unos casos, o encantada de haberse conocido, en otros.

Como propuesta constructiva que lanzamos desde aquí para este evento en sucesivos años: estaría bien que los sitios se repartieran previa y aleatoriamente (y en sesión pública) para evitar espectáculos de división como el visto aquella noche. Y también que entraran en el sorteo los nombres de los prebostes y así se mezclaran en estos actos con los empleados simples, distribuyéndose al azar entre las mesas. Esto permitiría que hablasen de tú a tú con los empleados y escucharan sus inquietudes, problemas, propuestas de mejora y, ¿por qué no?, también sus críticas.

Sabemos que los jefes de Deportes nos leen con interés, así como muchos otros empleados, aunque nadie lo reconoce porque es tabú hablar de ello en el servicio. Pero leernos, nos leen, y por eso tenemos confianza en que estas propuestas no caerán en saco roto.

Pondremos también una vela a San Juan Bosco, que tiene mucho trabajo por delante...

Si crees que estas cosas deben saberse, te invitamos a compartir.

Los versos satíricos y satánicos

LOS VERSOS SATÍRICOS Y SATÁNICOS DEL SERVICIO DE DEPORTES

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martes, 4 de junio de 2019

Empleados sin respaldo

EMPLEADOS DE DEPORTES SIN RESPALDO DE LOS JEFES

Los empleados de Deportes ─aunque también según quienes─ se encuentran en muchos casos sin respaldo de los jefes cuando simplemente intentan hacer bien su trabajo.

Esta historia ocurrió hace unos meses en un polideportivo municipal.

Un club puso un cartel a la entrada, un cartel que tenía el «plácet» de Deportes para ser exhibido allí, pero el cartel desapareció, alguien se lo llevó o lo quitó, no sabemos con qué intención.

El presidente del club que había puesto el cartel cuando entró en el pabellón echó en falta el cartel y tal vez imaginó, sin ninguna prueba y con base sólo en prejuicios, que había sido el empleado de la instalación que estaba allí en ese momento el que lo había quitado. De forma que, al pasar al interior y ver al empleado en la entrada, dirigiéndose a él, le dijo: «¡Cuánto hijo de puta hay suelto...!», y lo repitió varias veces. El empleado no entendía la situación ni si se refería a él, y cuando comprendió que se refería al cartel desaparecido sólo acertó a decir que él no lo había quitado y que, en todo caso, se condujera con moderación, por simple civismo y por estar en la normativa de Instalaciones Deportivas el obligado respeto al empleado de la instalación y a otros usuarios que pudiera haber. Pero el presidente del club siguió pronunciando expresiones de ira hasta que se alejó dentro de la instalación.

Entonces el empleado llama al encargado sr. Valenciano para contarle lo que ha pasado y le pide que venga a la instalación a hablar con el señor en cuestión. El encargado dice que luego pasará. Son aproximadamente las 17 horas de la tarde. Este dato tiene su importancia más adelante.

Un poco más tarde el empleado se dio una vuelta a revisar las gradas. En la pista estaba el mencionado presidente del club, el cual desde allí le volvió a lanzar unos improperios y le hizo gestos amenazantes, poniendo los brazos y puños en posición de boxeo. Algunos del club trataron de apaciguar al presidente. El empleado le contestó con una elevación de hombros como diciendo «¿Y a mi usted por qué me acusa?», le pidió que le dejase en paz y se retiró a su oficina.

Finalmente, cuando el presidente del club que decimos se retira de la instalación y tiene que pasar de nuevo por la entrada, cerca del empleado, vuelve a vociferar la cantinela: «¡Pero cuánto hijo de puta hay suelto! ¡Pero cuánto hijo de puta…!». El empleado le vuelve a recriminar esa forma de dirigirse a él y las altas voces que estaba dando, pero el otro no hace caso y por fin se marcha. Son aproximadamente las 19 horas y 15 minutos.

Han pasado más de dos horas desde que el encargado fue avisado, pero no ha hecho acto de presencia, dejando al empleado totalmente indefenso ante las acusaciones sibilinas, las amenazas gestuales, los insultos y las altas voces de este señor.

Por fin, a las 19 horas y 40 minutos aproximadamente aparece el encargado lo cual, lógicamente, no sirve de nada porque la tormenta ha pasado.

El empleado puso posteriormente y por escrito estos hechos en conocimiento de otros superiores del servicio de Deportes. La gerencia, en vez de investigar en serio el asunto o, al menos, dar un toque al infractor, hace un PARIPÉ de investigación. Para ello toma declaración al encargado quien simplemente dice que él no vio nada. Claro, porque llegó muy tarde. Pero NO SE LE INTERROGA sobre qué ha ocurrido esas DOS HORAS LARGAS para no haya acudido a la instalación o haya, al menos, enviado a otros empleados que puedan servir de testigos de lo que estaba pasando. En el mejor de los casos (si no hubiera habido más comportamientos indebidos del señor) la presencia de algún otro empleado ─si es que el encargado no podía acudir─ habría arropado al trabajador que allí estaba hasta que el individuo problemático se fuera.

Total, que se hace un simulacro de investigación, pero sin investigar nada en serio. Finalmente la empresa le dice por escrito al empleado que «incumbe la prueba a quien alega, no a quien niega», o sea, que el empleado tiene que demostrar que esos insultos y malas formas existieron. Pero la empresa pasa por alto que el encargado no hizo nada para proveerle de testigos ni le pidió cuentas más tarde al encargado de por qué no actuó en auxilio del empleado. Como decimos, todo un paripé para simular que se hace algo pero con toda la intención de que todo quede en papel mojado.

Podría perfectamente haber terminado el asunto en una agresión y el encargado estaría (presuntamente) tomando tranquilamente cervezas en las piscinas de San Amaro (donde tiene su oficina y las únicas con cafetería) y no habría hecho nada para evitarla. Pero que nadie se inquiete por él: no habría tenido ninguna repercusión negativa para el encargado. ¿Por qué? Imagíneselo el lector. Pero sí habría supuesto un serio problema físico y psicológico para el empleado que hubiera recibido la paliza.

Volviendo al caso de hoy, lógicamente el empleado no puede probar nada, no tiene testigos de su lado porque está sólo él como personal de la instalación. El presidente del club en cuestión iba acompañado en los distintos momentos de algún otro miembro de su club que, lógicamente, no van a confirmar las vejaciones que sufrió el empleado. Así que la gerencia de Deportes, de esta forma y con apariencia de «legalidad», le da la espalda al empleado y, casi, casi, unas palmaditas en el hombro al infractor.

Pero esa misma gerencia que contestó «que la carga de la prueba recae en quien acusa», cuando es un usuario el que se queja de un empleado y este NO es del agrado de esa gerencia (porque igual es un trabajador que exige que se cumpla el reglamento o denuncia actuaciones arbitrarias de sus superiores) entonces «la carga de la prueba» ya no recae en el usuario que se queja, sino que «incumbe» al empleado la carga de la prueba de demostrar su inocencia.

Doble rasero de la gerencia de Deportes que no nos extraña, después de conocer otros actos hostiles de ella contra empleados que osan meramente aplicar el reglamento sin distinguir a los «capos» de los simples usuarios «de a pie». Se conoce que entre «capos» se protegen y que sigue vigente en España eso tan casposo de «usted no sabe con quién está hablando». Sí, sí que lo saben: estarían hablando con un matón igual que los que dirigen el servicio de Deportes. Pero a algunos eso no les detiene de exigir que se cumplan las normas.

Que la gerencia acuse sin pruebas ni base legal a un empleado por la queja de un usuario ha pasado hace poco también con otro empleado que requirió el cumplimiento del Reglamento de Instalaciones Deportivas al presidente del comité de árbitros de la Federación de Baloncesto de Castilla y León, delegación de Burgos (sr. Sergio del Val, ver adjunta captura de la web), y a este le faltó tiempo para ir a las oficinas de Deportes quejándose del empleado, porque le había exigido cumplir el Reglamento de Deportes (y de paso también el de la Federación Española de Baloncesto). Por lo visto, él no sólo no quería cumplir ninguno de esos dos reglamentos sino que además esperaba que el empleado de la instalación se comportara como su esclavo montándole la pista para un partido de competición.

Los jefes de Deportes, siempre tan comprensivos y paternales con los usuarios incumplidores, sobre todo si esos incumplidores son «alguien» en el mundillo deportivo burgalés, se saltaron todas las salvaguardas legales y emplumaron al empleado con quince días de empleo y sueldo a raíz de la queja del sr. Sergio del Val, a la que sumaron (para darle más credibilidad y quizá buscada intencionalmente) la de un presidente de un club de baloncesto local que se quejaba por el mismo motivo: el maldito empleado exigía a su club cumplir la normativa de Instalaciones Deportivas.

Un gran ejemplo de rectitud y legalidad el que estos jefes de Deportes, encabezados por el gerente sr. Raúl Yudego (105.000 euros al año, más seguridad social, nos cuesta) dejarán a sus hijos y a las próximas generaciones, ejemplaridad que tanto contribuirá a la regeneración moral del país. Amén.


lunes, 3 de junio de 2019

Jefes tóxicos

SIETE CARACTERÍSTICAS DE UN JEFE TÓXICO

Este artículo ha sido verificado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas el 28 agosto, 2017.

Autora: Edith Sánchez · 28 agosto, 2017

Un jefe tóxico es aquel que hace un uso inadecuado del poder que le confiere su cargo. Todos los estudios de psicología laboral indican que una buena relación entre los miembros de una organización se traduce en mayor productividad y progreso. Pese a esto, siguen existiendo muchos directivos que incurren en conductas o emplean métodos completamente lesivos para su personal.
Hay un cierto legado feudal en este tipo de “líderes”. Tienen una idea autocrática del poder y por eso no les preocupa el hecho de causar malestar con su conducta. Entienden la empresa o la organización como una máquina que debe funcionar correctamente y en la que sus subordinados solamente son piezas del engranaje. Los jefes tóxicos están más centrados en los resultados que en los procesos.

“El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan”.
-Karl Marx-

Está comprobado que el liderazgo positivo genera mayor eficiencia. Los esquemas democráticos y horizontales generan, a la larga, mayor respeto por parte de los trabajadores. Un líder auténtico ejerce sobre todo su autoridad moral. No depende de las coacciones o las sanciones para lograr que los empleados se comprometan en los objetivos corporativos, sino que motivan y premian para generar mayor sentido de pertenencia y más compromiso.

Un jefe tóxico, por su parte, hace énfasis en el temor. Este es el instrumento del cual se vale para conseguir la adhesión de los empleados a los objetivos institucionales. Aunque a corto plazo este esquema podría funcionar, a mediano y largo plazo solo consigue dar lugar a organizaciones que se estancan, y a personal que se siente frustrado y solo espera la ocasión para apartarse de la compañía. Es una figura nociva para la organización y los siguientes son algunos de sus rasgos más destacados.

LOS JEFES TÓXICOS SON ARROGANTES

Un jefe tóxico cree que ostentar un cargo de poder lo hace mejor que los demás. No importa cómo haya llegado a ocupar ese lugar, siempre se siente superior por formar parte de la dirección. Cree además que el solo hecho de ser jefe le da licencia para tratar a los demás como si tuvieran menos valor que él.

La arrogancia se manifiesta en su gestualidad, en el tono que utilizan al hablar y en la forma de dirigir las tareas. Estos jefes tóxicos quieren ser intimidantes e interpretan el temor de sus empleados como una señal positiva. La arrogancia, en todo caso, siempre está más relacionada con la inseguridad y la falta de confianza, que con una genuina superioridad.

NO SABEN ESCUCHAR NI COMUNICARSE

Una de las señales más evidentes de un jefe tóxico es su dificultad para escuchar a los demás. Este tipo de personas creen que prestar atención a lo que dicen los empleados es darles una importancia que no merecen. Asumen que escuchar a los subalternos reduce el poder que tienen sobre ellos.

Un jefe tóxico tampoco sabe comunicarse. De hecho, podría volver innecesariamente complejas sus instrucciones, simplemente como una manera de intimidar a los empleados. Emplea expresiones categóricas, en un intento por remarcar que es él quien tiene la última palabra en todo. También suele desvalorizar lo que otros dicen, bien sea por medio de la indiferencia, o bien interpelándolos de manera irrespetuosa.

SON CONTROLADORES E INFLEXIBLES

Un jefe tóxico no entiende la diferencia entre dirigir y controlar. Tampoco tiene noción de la diferencia entre liderar y mandar. No confía en las personas con las que trabaja y por eso piensa que la mejor estrategia es controlar hasta la más mínima de sus acciones. Asume que su deber es sobre todo de vigilancia y sanción constante a las conductas que estime inadecuadas.

El jefe tóxico también es inflexible. Siempre trata de poner las cosas en términos de blanco y negro. Asume que fortaleza es lo mismo que rigidez y que no ser ferozmente estricto puede hacerlo ver como alguien débil. Por eso sus órdenes no se discuten y sus ideas son las que se imponen. Las cosas deben hacerse exactamente como él lo dice o de lo contrario, serán sancionadas.

NO TIENE IDEA DE CÓMO GESTIONAR CONFLICTOS

Este tipo de jefes ven la ira con buenos ojos. Parten de la idea de que el mal humor y la irritabilidad son signos de seriedad y responsabilidad en el trabajo. Esto lo interpretan como una expresión de compromiso y de exigencia. Por eso es frecuente que expresen órdenes con un tono desagradable o que resuelvan un problema de trabajo a gritos. Creen que tienen derecho a “regañar” a sus empleados.

Si tienen una dificultad con alguno de sus empleados, lo usual es que la resuelvan imponiendo nuevas órdenes o aplicando sanciones. Les tiene sin cuidado que sus colaboradores experimenten malestar. Si estos no acatan las normas al pie de la letra, lo hacen por falta de ganas o por falta de carácter. Un jefe tóxico genera una atmósfera de tensión y represión porque supone que esto es válido para mantener un buen ritmo de trabajo.

RECHAZAN LAS INICIATIVAS

Tener iniciativas es una señal de autonomía, de fuerza, de capacidad. Por eso para un jefe tóxico los empleados con iniciativa equivalen a una amenaza. Incluso llegan a pensar que se están tomando atribuciones que no les corresponden o asumen el hecho como un desafío a su autoridad. Por eso rechazarán a cualquier persona que plantee una innovación o una idea para mejorar.

Para este tipo de jefes solo hay una manera de hacer las cosas y es la suya. Los empleados rápidamente comprenden ese tipo de lógica y aprenden que pensar por cuenta propia o intentar hacer aportes equivale a provocarlo. Finalmente la que pierde es la organización, pues se priva de contar con un personal que alimente con iniciativas el quehacer de la entidad o de la empresa.

NO SABEN GESTIONAR EL TIEMPO

El adecuado manejo del tiempo es fundamental para que la gestión se lleve a cabo sin tropiezos. Uno de los aspectos que convierte a un directivo en un mal jefe es precisamente una mala administración del tiempo. Esto incluye una mala planificación de las actividades y una desacertada priorización de las mismas.

Lo que se genera a partir de esto es un ambiente caótico.

Muchas veces habrá que completar las tareas en un tiempo récord. Otras veces habrá lapsos en los que apenas si hay algo que hacer. En estos casos, lo que prima finalmente es una sensación de inestabilidad y de desorden que da origen a mayores dosis de estrés y de tensión.

IGNORAN LAS NECESIDADES DE LOS EMPLEADOS

Los malos jefes no tienen idea de cuáles son las necesidades de sus trabajadores. De hecho, no les interesa averiguarlo. Presumen que la relación laboral excluye los aspectos personales e incluso que estos son un factor irrelevante dentro de las labores cotidianas. O un obstáculo dentro del panorama laboral.

Un jefe tóxico insiste en que las necesidades personales de los trabajadores no tienen nada que ver con las tareas. Como lo suyo es verlo todo en la óptica del blanco y negro, asumirán cualquier dificultad personal de los empleados como un pretexto para no desarrollar su labor o para justificar algún fallo. A este tipo de jefes les cuesta mucho ver al empleado como una persona integral.

Aunque las legislaciones laborales de todo el mundo buscan proteger a los trabajadores, en la práctica siguen existiendo muchos jefes que caminan sobre la delgada línea de lo ilegal. Desconocen sutilmente los derechos y se amparan en la volatilidad de las relaciones humanas para encubrir su actitud de abuso.

Los jefes tóxicos abundan en épocas de crisis. Saben que pueden cruzar la línea y buena parte de sus empleados no se lo recriminarán, por el temor a perder el trabajo. Sin embargo, todo trabajador debe ser consciente de que tiene derechos y que puede hacer reclamaciones respetuosas cuando siente que está siendo maltratado.

Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/7-caracteristicas-definen…/

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NOTA: quien conozca personalmente al gerente de Instalaciones Deportivas, sr. Yudego, sobre todo desde el lado de los empleados y jefes bajo sus órdenes, podrá notar que casi todo, por no decir todo, lo que aquí se expone se puede reconocer perfectamente en él y en su forma de gestionar al personal del servicio.
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jueves, 23 de mayo de 2019

Usuarios mal acostumbrados

UNA TARDE EN LA ÓPERA... PERDÓN, EN EL POLIDEPORTIVO

Si eres un empleado público de los que intentan cumplir lo mejor posible, te puedes encontrar en una sola tarde todas las situaciones que a continuación relatamos, porque así ha sucedido.

Decimos «intentan cumplir» porque en Deportes muchas veces los jefes no quieren que cumplas con tu obligación sino que, a ciertos usuarios o entidades, les des «un trato preferente». De otro modo, te puedes ver abocado a una sanción, como ya le ocurrió al empleado que hoy es nuestro protagonista.

A media tarde una monitora de una escuela deportiva le dice al empleado que, con ocasión del fin de la temporada, necesita que le abra determinada sala para hacer una “merendola” con las niñas que asisten a las clases. El empleado le explica que para eso ella necesita presentar una autorización escrita de los jefes. Ella insiste en que una empleada (de otro turno) le dijo que no habría problema en abrirle y que usara la sala. El empleado se reafirma en que es una irregularidad que no quiere ni puede hacer. La monitora acepta la situación y se va.

No obstante, como al empleado ya le han sancionado anteriormente por hacer bien su trabajo y sencillamente aplicar el reglamento, y aunque está convencido de que la respuesta dada es la correcta, decide consultar al encargado vía telefónica. Este le contesta con firmeza que, efectivamente, ella necesitaría una autorización desde las oficinas del servicio. Esta consulta y la respuesta del encargado confirmando lo antes dicho se la traslada más tarde el empleado a la monitora.

Esto nos deja el sabor de boca amargo de por qué una empleada, que además tiene un contrato precario, se permite hacer esta irregularidad sin temer repercusiones y otro, con oposición aprobada, no. Luego expondremos una posible explicación, aunque ─y para no engañar a nadie─ la realidad es más compleja de lo que aquí podemos desgranar.

En fin, hasta aquí todo normal si no fuera por lo que ocurre a continuación.

Un entrenador de las categorías inferiores del club de baloncesto San Pablo que también entrena en la instalación viene a hablar con el empleado para pedirle un «favorcito»: puesto que en la pista de al lado de la que tiene contratada no hay actividad, ¿podría el empleado subir la cortina para que sus niños ocupen y usen también esa pista?

El empleado le contesta, igual que a la monitora, que es una irregularidad y que no puede hacer eso porque ellos ya están disfrutando de la pista que tienen contratada. No obstante, y viendo el respaldo obtenido en la llamada al encargado por el caso anterior, le dice que lo consultará.

Cuando el encargado recibe la llamada y escucha que se trata del club San Pablo se le encienden las luces rojas: en una de esas categorías y en ese pabellón ENTRENA EL HIJO DEL GERENTE de instalaciones deportivas. Aquí ya no hay firmeza en el cumplimiento del deber que valga. El encargado duda… «¿La pista de al lado está libre...? Bueno,... entonces... no veo por qué no le vamos a dejar usarla... Está bien, súbeles la cortina...». El empleado no puede hacer sino obedecer aunque es consciente de la irregularidad cometida.

Observemos qué diferencia de trato entre el dado a la primera monitora y el dado a este entrenador que, con diferencia de apenas una hora, solicitaban algo parecido: ambos querían usar una parte de la instalación sin abonar el precio público correspondiente, lo cual no deja de ser una irregularidad (si no una ilegalidad). Este tipo de tratos de favor a algunos (y a veces de perjuicio a otros) es moneda común en Deportes, y no es muy distinto de lo que se aplica a los propios empleados: favoritismo o marginación, según beneficien con su silencio a los jefes o denuncien las irregularidades.

Más tarde, cuando acaba el tiempo de otro grupo que entrena en una pista, el empleado les apaga una hilera de luces para que sepan que ya se ha terminado su hora y que vayan acabando y recogiendo.

A la salida del vestuario uno de los jugadores de este grupo que ya se marcha le increpa al empleado que por qué no les ha dejado jugar diez minutos más siendo que no había actividad en esa pista la siguiente hora. El empleado se da cuenta de que le está reprochando precisamente el hacer bien su trabajo. Le explica que si él ha disfrutado del tiempo contratado no tiene por qué exigir que le dejen más tiempo. Aquí no hay lugar para llamar al encargado a ver si les deja más tiempo, ya que el usuario protestón se marcha en ese momento, así como el resto de sus compañeros (que no protestan) una vez duchados y cambiados.

¿Qué nos dice esta situación? Que hay otros empleados QUE SÍ PERMITEN QUE SE USEN LAS PISTAS MÁS ALLÁ DE LO CONTRATADO, es decir, permiten comportamientos antirreglamentarios que luego los usuarios asumen como normales y se los exigen y reprochan a aquellos empleados que no transigen ni con irregularidades ni con corruptelas.

La cuarta «anécdota» de la tarde (ya noche) la protagoniza un club de baloncesto que tiene categorías senior masculina y femenina. Han estado entrenando hasta última hora jugadores (sólo tres) y jugadoras en dos pistas paralela y simultáneamente así que, cuando acaban, el empleado entrega un vestuario a ellas y pregunta a los tres chicos, que están cambiándose en la pista, si alguno va a ducharse. Uno de ellos dice que sí y el empleado le entrega la llave de otro vestuario. Curiosamente, el jugador en vez de ir a ducharse se queda hablando con los otros y con otra jugadora que se les acerca.

El empleado sigue haciendo sus labores de final de la jornada y luego verifica que las chicas se han ido pero el chico sigue en su vestuario, a pesar de que está muy cerca la hora en que tendría que haber dejado el vestuario y la instalación (hay un tiempo máximo para usar los vestuarios después de usar la pista). Comprueba que el jugador se ha cerrado por dentro y desde fuera el empleado le recuerda que le quedan dos minutos para el tiempo límite. Oye hablar al jugador como con una tercera persona y supone que está hablando por teléfono móvil.

Cuando por fin sale el jugador del vestuario un par de minutos por encima del tiempo reglamentario, el empleado le recuerda el límite de tiempo y que para no sobrepasarlo debe ser diligente para entrar al vestuario y así salir a tiempo. Está el empleado diciendo esto cuando observa que la chica que se había quedado hablando con los chicos también sale del vestuario, como si tal cosa, y a pesar de que tenían un vestuario específico para las mujeres.

Esta situación irregular también será eventualmente comunicada a los jefes de Deportes por si fuera constitutiva de algún incumplimiento o responsabilidad por parte del club o de los jugadores, pero el empleado nos dice que lo más seguro es que se tape todo el asunto, máxime cuando recientemente el presidente de ese club se ha quejado de nuestro protagonista (y los jefes han aprovechado para sancionarle) por cumplir escrupulosamente el reglamento que rige el uso de las instalaciones deportivas. Así está Deportes.

Nos dice nuestro protagonista que también le ocurrió el día anterior al que aquí arriba hemos narrado, que un equipo de los que entrenan allí habitualmente le dijo que, ya que estaban libres las pistas adyacentes, podía subirles las lonas separadoras para jugar en el campo central (pista de baloncesto a lo largo que ocupa las tres pistas de tercio). Aunque lógicamente no lo permitió, el empleado se quedó extrañado porque en toda la temporada nunca se lo habían propuesto. Así que, después de ver lo que le pasó al día siguiente y hemos contado más arriba, ha deducido que durante cierto tiempo que ha estado fuera de la instalación han debido enviar en su lugar a otro personal bastante «complaciente» con los deseos de los usuarios y han creado falsas expectativas entre esos jugadores.

Los propios jefes de Deportes permiten este estado de cosas, estas pequeñas corruptelas de los empleados que hemos mencionado más arriba, cuando favorecen a los usuarios (o a sí mismos) con cosas que no les corresponden. Porque los empleados, el 75% de ellos y ellas con contratos eventuales o en fraude de ley, no quieren que los usuarios vayan con quejas (infundadas pero quejas) a los jefes por hacer bien su trabajo. Y a los jefes les viene bien que ciertas corruptelas se produzcan en los niveles inferiores porque eso garantiza empleados dóciles, así como ciegos, sordos y mudos ante las corrupciones mayores, las de sus jefes, de las que sin duda en algún momento tendrán conocimiento por razón de su trabajo.

Les interesan empleados corruptibles, que tengan algún muerto en el armario, para que no señalen con el dedo a los de arriba, que tienen un cementerio entero en sus respectivos armarios. Por eso favorecen que empleados y empleadas se dejen llevar fácilmente por la tentación de incumplir sus obligaciones: abandono de las piscinas por motivos personales y sin permiso del superior, o para comprar pan, embutido, bebida, etc. para el bocadillo y de camino tomar un cafecito o una cerveza, usar la instalación para celebrar el cumple de su hijo/a, gestionar su empresa privada desde el polideportivo, disfrutar de días de permiso que no les corresponden, salir a entierros en tiempo de trabajo sin ningún tipo de respaldo en el convenio… Todo ello con la bendición callada y cómplice de los jefes, que saben que esos pobres diablos que venden su primogenitura por un plato de lentejas no van a denunciar nada porque ellos mismos se han metido de cabeza en la trampa y están atrapados en el cepo de la corrupción.

Por otro lado es fácil de imaginar qué clase de comité de empresa puede surgir de un colectivo en el que el 75% de los contratados están eventuales o en fraude de ley además de ─la mayoría─ implicados en irregularidades mayores o menores: un comité de empresa totalmente apesebrado y entregado a los deseos del gerente y de los jefes que le rodean. Así que el empleado que intenta conducirse con rectitud y es sancionado injustamente no encuentra amparo en esta figura que supuestamente está para defender a los trabajadores, pero que nos atrevemos a decir que en Deportes está completamente pervertida.

Casi accidentado

CASI ACCIDENTADO Y LE ABRONCAN POR INFORMAR

Esto ha pasado ayer sábado.

Un empleado de Deportes es trasladado a hacer EN SOLITARIO una limpieza de fin de obra en un polideportivo de la ciudad que no es el suyo habitual. Es un castigo encubierto. En un momento dado, un tubo de agua se descuelga de la pared y pasa a centímetros de la cabeza del trabajador, quien estaba tratando de desenchufar una manguera de agua de esa línea.

Por supuesto, este percance, que no ha llegado a más pero ha estado a punto de causar un accidente, se debe a un mal mantenimiento de la instalación deportiva. El tubo llevaba años allí y las sujeciones a la pared se habían ido perdiendo y no se habían repuesto. No parece que la caída del tubo tenga que ver con la realización de la obra recientemente.

El empleado cree haber entendido (luego diremos por qué) que debe llamar al encargado cada vez que tenga algún incidente (no necesariamente de seguridad) en su jornada laboral, y así lo hace. Es la segunda vez que tiene que llamar al encargado esa mañana. La primera vez ha sido hace más de una hora. Si no lo comunica, teme que luego le reprochen que no haya informado del tubo averiado además de que cree sobre todo importante informar del accidente que ha estado a punto de ocurrir.

Cuando llama y explica que casi le da en la cabeza un tubo metálico de agua de limpieza de varios metros y lleno de agua, el encargado, en vez de preocuparse por su estado físico o anímico, le abronca por teléfono por llamarle «tantas veces» (esa mañana era la segunda vez) y le acusa de que «se está cachondeando de él». El empleado intenta explicarle que en ocasiones anteriores le han sancionado cuando no ha llamado en situaciones normales de su trabajo y luego la gerencia le ha acusado de «no haber llamado al encargado» así que esta ocasión, donde casi se produce un accidente, bien merece una llamada.

Pero el encargado no parece tener ganas de escuchar. La respuesta del encargado es que «hay un punto intermedio» entre no llamar y llamar demasiadas veces. Pero no le explica dónde está ese punto intermedio, el cual suele ser distinto para cada persona. Y sobre todo «distinto» cuando has experimentado, como es el caso del empleado que hoy contamos, sanciones injustas con acusaciones tan estúpidas como que «no ha llamado al encargado» en situaciones en las que el empleado pensaba que aplicar el reglamento era parte de su trabajo y no tenía que estar consultando al encargado cada cinco minutos cosas que están meridianamente claras, como parece desear la gerencia. Así que el empleado se queda perplejo: si llama, mal; si no llama, tal vez peor.

Así es como se aborda la prevención de riesgos laborales de los empleados de Deportes: si comunican un posible accidente, además del susto por el casi accidente, se pueden llevar una bronca y, de regalo, una acusación gratuita de estar siendo molesto intencionadamente. Siempre dependiendo de quién sea el afectado, porque hay empleados malditos y empleados protegidos.

No es de extrañar que el Estudio de Riesgos Psicosociales que se hizo el año 2014 a instancias de una empleada que estaba siendo presuntamente acosada (y no se llevaron a cabo sus recomendaciones ni se ha revisado posteriormente su cumplimiento) mostrara un panorama desolador de la gestión de personal llevada a cabo por el gerente Raúl Yudego (105.000 eurazos de sueldo) y los jefes de los que se ha rodeado, además de los afines que les cubren las espaldas, incluso desde dentro del comité de empresa. Por cierto, este encargado del que hoy hablamos ha sido miembro del comité de empresa MUCHOS AÑOS y PRESIDENTE del mismo unos cuantos de esos años. Que nadie se extrañe: así son las cosas en Deportes.


miércoles, 8 de mayo de 2019

Robos en las instalaciones del SMD

ROBOS EN LAS INSTALACIONES DEPORTIVAS MUNICIPALES

Recientemente se han producido numerosos robos de pertenencias de los usuarios de las instalaciones deportivas municipales. Estos robos no han tenido repercusión mediática gracias al (suponemos) placaje que han ejercido el gerente y sus adláteres sobre la prensa local. Es fácil de suponer que haya existido, a preguntas de algún periodista que llama a Deportes investigando sobre el tema, algún tipo de indirecta tipo: “Si tú publicas esto igual luego no te llega información sobre Deportes (y a la competencia sí). Tú verás”.Y, claro, la prensa se doblega porque no quiere problemas de ese tipo en el futuro a costa de una información puntual de ahora, aunque creemos que es de gran interés informar de estas oleadas de robos a la ciudadanía para evitarlas en lo posible.

¿Por qué la gerencia de Deportes no quiere informar sobre esos robos? Por que el servicio de Deportes debe tener una hoja de servicios impecable, su gestión debe parecer perfecta. Unos cuantos robos en distintas instalaciones y sin la menor pista de quién haya podido ser es un borrón en la «magnífica» trayectoria del servicio de Deportes y de su máximo responsable, el gerente Raúl Yudego (105.000 euros al año, que no los querrá perder).

Cuando se produjeron los primeros hurtos la gerencia fue puntualmente informada y podía haber tomado medidas, como por ejemplo poner unos carteles de advertencia bien visibles a la entrada de las instalaciones, pero no se hizo nada. Debió parecerles demasiado vergonzoso advertir a los usuarios de que se estaban produciendo hurtos y gracias a esa vergüenza (que no tienen para otras cosas) muchos usuarios siguieron sufriendo el robo de sus móviles (estos parece que eran el objetivo principal de los ladrones) y otros objetos.

Esta pasividad de la gerencia se tradujo en la desaparición de numerosos móviles, carteras y, al menos en dos casos, se llevaron la ropa y bolsa con todo dentro de las personas que estaban duchándose, dejándolas como Dios las trajo al mundo cuando salieron de la ducha: habían dejado su ropa y pertenencias en un vestuario necesariamente abierto pues que se comparte entre los usuarios de varias actividades deportivas (tenis, pádel, etc. ya que para estas actividades no se dispone de duchas y vestuarios propios).

Si los usuarios hubieran estado advertidos con carteles oficiales tal vez habrían guardado en las taquillas individuales sus enseres y se habrían ahorrado el disgusto y el valor de las cosas sustraídas. Además, en los móviles la gente guarda fotos de gran valor sentimental y que se pierden así para siempre.

Un empleado consiguió contactar con un usuario que había visto al presunto ladrón merodeando justamente antes de que se produjera uno de los robos. El empleado se lo comunicó a su encargado y este, en vez de decirle que pusiera en contacto al testigo con la Policía, le disuadió de usar esa información de ninguna forma con argumentos como: “No tenemos pruebas de que sea él”, “No es cosa nuestra, son los usuarios quienes tienen que denunciar”, “La Policía no va a hacer nada por cuatro móviles robados”…. El empleado siguió lo indicado por su encargado pero, con el paso del tiempo y revisando mentalmente los hechos, no entiende que no se colocaran, al menos, unos carteles provisionales advirtiendo de los robos en las puertas de las instalaciones.

Parece que detrás de esta inacción de los jefes de Deportes está la apariencia de normalidad que quieren transmitir esos jefes a la ciudadanía y que la cosa no llegue a la prensa, todo ello en aras de mantener una (falsa) imagen de buen hacer que, a su vez, les garantice por muchos años la bicoca de sueldazos que tienen.

Finalmente se pusieron cámaras en el polideportivo Pisones, pero demasiado tarde. Ya habían robado todos los móviles a varios equipos que iban a entrenar a ese pabellón y a una persona más la dejaron con sólo lo que tenía en la ducha: quizá ni una toalla para cubrirse. No hemos oído que se hayan tomado otras medidas para evitar nuevos robos en otras instalaciones, así que en cualquier momento pueden volver a repetirse.

Que sirva de advertencia a quien lea estas líneas y tenga que ir a las instalaciones como usuario, ya que los jefes de Deportes callan como muertos sobre este tema como si la cosa no fuera con ellos.

Se ruega difundir.


domingo, 28 de abril de 2019

Las dudas que las resuelva el usuario

EL ESCRITO DEL VICESECRETARIO (TERCERA PARTE)

LAS DUDAS QUE LAS RESUELVA EL USUARIO

El tercer «pecado capital» que encontramos en el escrito del Vicesecretario que venimos analizando se encuentra en la parte final, donde empieza el último párrafo diciendo: «Único:...».

Si se lee atentamente la primera frase, en ella se recuerda que EL USUARIO tiene la obligación de justificar la reserva usando «el formato papel o el electrónico». O sea, el sujeto de la acción es EL USUARIO. Sigamos.

La siguiente frase comienza sin sujeto explícito, de modo que hay que entender que SE SIGUE REFIRIENDO al mismo sujeto de la frase anterior, es decir, AL USUARIO QUE VA A HACER USO DE UNA PISTA deportiva. Y por ello esta frase es de antología del disparate porque hace recaer en el usuario, «si tiene dudas», la obligación de realizar las comprobaciones necesarias y para ello EL USUARIO (pues se sobreentiende) se pondrá en contacto con el Encargado de Turno, con las piscinas municipales o con las oficinas. Sólo le ha faltado decir «o con el sursum corda». Todo ello «para determinar la preferencia que corresponda» (o sea, aquellos a los que tiene que llamar le van a decir al usuario lo que prefiere... ¿no lo sabrá mejor él/ella?).

Desde aquí creemos que los usuarios no van a tener dudas de lo que han reservado pero ahí queda esa obra maestra de literatura administrativa a mayor gloria de quien lo ha redactado.

En definitiva, el autor del texto sin darse cuenta (o intencionadamente) se ha hecho un lío, lo ha firmado muy ufano creyendo que ha inventado las sopas de ajo, se lo ha pasado a firmar a la concejal (o, casi seguro, lo ha firmado alguien por ella pero sin leerlo) y luego lo ha lanzado alegremente a algún subalterno para que haga copias y las cuelgue por las instalaciones.

Ojo, estamos hablando del segundo fedatario más importante del Ayuntamiento de Burgos. (El primero, el Secretario, además ha sido reprobado tres veces en los tribunales y este, el segundo, aspira a ocupar su plaza). ¿En manos de quién estamos?

Y, por cierto, también lo firma (en un lateral) el jefe administrativo del servicio de Deportes, el sr. Pérez Llamazares, quien seguro que tampoco lo ha leído porque habría notado algunas cosas raras (las que venimos señalando) y habría dado la voz de alarma. Pero así se hacen las cosas en Deportes y parece ser que también en el resto del ayuntamiento.

Seguro que nadie se ha atrevido todavía a decirle al señor Vicesecretario el ridículo que ha hecho y el hazmerreír que está siendo entre aquellos que han podido leer el documento.

A ver si es uno de nuestros fieles lectores y se entera por estas líneas. Ojalá.

😂😂😂

(Para leer mejor el documento recomendamos ampliar la imagen, descargarla y abrirla con algún navegador que permita aumentar el zoom).





miércoles, 24 de abril de 2019

Bañeres denuncia un fraude

BAÑERES SE DA UN BAÑO DE REALIDAD

Por las fechas de esta noticia (febrero de 2019) parece ser que la sra. Bañeres, concejal de Ciudadanos, perdió la inocencia política y se dio un baño de realidad al percatarse de la pandilla de trileros que dirige el ayuntamiento y más en concreto el servicio de Deportes.

Bienvenida al mundo real, sra. Bañeres.


Es bueno que también meta usted al PSOE en el mismo saco ya que por ahí van los tiros.
Pero es un poco tarde, si tenemos en cuenta que Ciudadanos lleva más de tres años de legislatura. ¿En serio no han visto cosas turbias hasta ahora? Desde esta página, y sólo mirando a Deportes, las vemos casi todos los días.

Parece que esta señora no estará en la lista de Ciudadanos para las próximas elecciones municipales pero, en cualquier caso y para quien quiera que ocupe su lugar y para quien quiera encontrar la suciedad en Deportes, que mire debajo de las alfombras porque... en Deportes nada es lo que parece.

(Y es un aviso para navegantes porque otros vendrán y serán seducidos por los mismos cantos de sirena).

No nos cansaremos de repetirlo.




martes, 23 de abril de 2019

El sello en la pantalla del móvil




EL ESCRITO DEL VICESECRETARIO (SEGUNDA PARTE) EL SELLO EN LA PANTALLA DEL MÓVIL


El segundo pecado capital del escrito que comentamos en la entrada anterior es que no recoge que, si por alguna razón una pista fuera inutilizable por razones ajenas al usuario, un tique mostrado en la pantalla de un móvil no puede sellarse ni física ni digitalmente por el empleado de la instalación para que sea canjeado por otra reserva en distintas hora, fecha y/o pista, como sí que se podía hacer y se viene haciendo con los tiques de reservas en papel.

Da la sensación de que cuando redactan el escrito al que aludíamos (el del vicesecretario) no han caído en la cuenta de las posibles anulaciones de reservas.

Posteriormente rectifican, por decirlo de algún modo, y dejan en los polideportivos unos cuadernos para que los empleados anoten en ellos las reservas que no se han podido disfrutar por alguna razón.


Es curioso, aunque en Deportes esto es habitual, que no se ha dado ninguna instrucción escrita a los empleados sobre cómo deben proceder con estos cuadernos. Así que perfectamente podrían ignorarlos.



Así quedaría un sello de goma impreso en la pantalla de un
móvil para anular una reserva que se presente en este soporte.
Ahora bien, el usuario ya no tiene un justificante de su reserva anulada: ahora depende de que el empleado lo apunte en uno de esos cuadernos y que apunte bien todos los datos. Y que el cuaderno no se extravíe.

Pero hay más.

El usuario no tiene constancia de que le anularon esa reserva, así que no puede canjearla en la flamante «app», sino que tendrá que «pasar por ventanilla». Es decir, acudir presencialmente a alguna piscina o a las oficinas para que le devuelvan el dinero o le canjeen la reserva anulada por otra, es decir, algo que pretendía evitar el usuario al descargar la «app» de Deportes.

La cosa sigue y se puede complicar más.

Cuando el usuario vaya a alguna taquilla de Deportes a que le canjeen la reserva anulada, desde la taquilla tendrán que comprobar que en el cuaderno de la instalación (el polideportivo que sea) figura que precisamente ese usuario sufrió la anulación de una reserva por causas imputables al servicio de Deportes.


¿Cómo lo comprueban? Bien, tendrán que llamar por teléfono, no hay otra forma de contactar con los polideportivos.
Ahora pongamos que el empleado no está junto al teléfono (está atendiendo algo en otra parte alejada, por ejemplo) y no puede atender la llamada.

Luego está el caso de polideportivos que se clausuran en ciertas ocasiones porque el personal se destina a otras instalaciones, de modo que nadie va a poder atender el teléfono y mucho menos va a comprobar el cuaderno. ¿Van a enviar a alguien con un vehículo a comprobarlo? Creemos que no.

En tercer lugar está el caso del polideportivo de San Amaro, que no tiene teléfono, dependen del de las piscinas anexas. Caso de que la reserva anulada haya sido en el complejo de San Amaro, desde donde esté el usuario tendrán que llamar a esas piscinas y personal de las piscinas tendrá que desplazarse al polideportivo San Amaro para comprobar que la reserva que reclama el usuario efectivamente se encuentra anotada en el correspondiente cuaderno.

En definitiva, un engorro y un barullo de posibilidades y de comprobaciones que no siempre serán efectivas y que eventualmente causarán molestias al usuario: «Ahora no podemos contactar con el empleado…», «Vuelva usted en otro momento…», «Puede poner una queja...»,...

En fin, como hemos dicho ya en ocasiones anteriores, en Deportes se funciona como en el siglo XIX, con libretilla y lapicero. Ni siquiera con la introducción de su querida «app» han sido capaces de poner al día los medios tecnológicos de los polideportivos para que todo sea más fácil, rápido y seguro, con menos fraude, y haga más fácil al usuario la gestión de sus reservas.