sábado, 23 de agosto de 2014

Gestión por competencias: errores más comunes


Alcanzar las metas organizacionales puede resultar complicado cuando los roles directivos son los causantes del avance en dirección contraria. No lograr el rendimiento esperado, no tener la capacidad de desarrollar a las personas y hacerlas crecer, causar la progresiva pérdida de motivación de los individuos o la bajada de los índices de satisfacción laboral de los equipos, no lograr crear ese necesario vínculo que conduce al compromiso de las personas con la organización, en definitiva, liderar una pésima gestión por competencias es el principal motivo de la bajada de productividad en muchas empresas, con todo lo que ello conlleva. Conocer cómo remediarlo es asegurar la consecución de los objetivos de negocio.

Los 5 errores más comunes en la gestión por competencias

Cuando se da alguna de las circunstancias citadas, o confluyen varias (algo que suele ser frecuente en este tipo de casos) el modo de llevar a cabo o la forma de implantar la gestión por competencias es, generalmente, el origen. Saber reconocer los errores es el primer paso hacia la solución del problema.

En lo referente a gestión de equipos son los ejecutivos y líderes, las personas que ostentan algún tipo de responsabilidad sobre otras dentro de la empresa, quienes deben realizar una autoevaluación para constatar si pueden, o no, descubrirse en alguno de los siguientes fallos frecuentes en la puesta en práctica de la gestión por competencias en las empresas:
  • Mala comunicación: buscar la fluidez en las políticas de comunicación y adaptarlas a la realidad, cuando las circunstancias lo requieran es una de las tareas más importantes de los roles directivos.
  • Falta de preparación por parte del líder: la formación es necesaria, no sólo para hacer crecer a los empleados, sino también para afianzar un estilo de liderazgo efectivo.
  • Carencia de realismo en la planificación de objetivos: actuar de esta forma conduce a la frustración y bloquea la productividad, al tiempo que impide la optimización de los recursos disponibles.
  • Poca dedicación en lo concerniente a las tareas de gestión: es fácil “entretenerse” con actividades que reportan mayor satisfacción, pero el ejecutivo tiene que ocuparse también de esas otras responsabilidades que tiene efectos tan necesarios en el buen curso de los proyectos y tan positivos en la gestión por competencias.
  • Mediocridad en las habilidades personales: muchas teorías afirman que estos valores son innatos, sin embargo, igual que sucede con la creatividad, las habilidades personales se pueden entrenar y la formación es el modo más eficaz de hacerlo.

Cómo poner solución a los errores más frecuentes en la gestión por competencias

Cada problema de gestión por competencias tiene su propia solución, sin embargo, existen algunos aspectos que contribuyen a optimizar la gestión de equipos y a minimizar los errores:
  • Conocer el trabajo: en cuanto a procesos, técnicas y herramientas. También hay que conocer la propia empresa.
  • Conocer a las personas: cada individuo es diferente. Acercarse a la persona da las pistas necesarias para saber qué le motiva, qué le desafía, qué le compromete y cómo hay que ayudarle a crecer dentro de la empresa.
  • Conocerse a sí mismo: la autoevaluación es la base de la excelencia. Para poder dar lo mejor de uno mismo es necesario conocer los puntos fuertes, pero también las debilidades. Este conocimiento enriquece las relaciones con los demás y mejora los resultados.
  • Actuar con transparencia: porque, como líder, obrar de esta forma es propiciar un ambiente de trabajo positivo que garantice la satisfacción laboral.
  • Buscar la objetividad: que tiene un impacto muy beneficioso en la imagen de la empresa, hacia el exterior y también de puertas para adentro; pero que, sobre todo, representa la justicia y cultiva la dosis de realismo necesaria para enfrentarse a la consecución de los objetivos de negocio.
  • Evaluar los resultados, para seguir mejorando: la clave de toda gestión por competencias eficiente y sostenible en el tiempo.

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