Elecciones sindicales: las prisas de UGT y CSIF

Después de que han pasado las elecciones sindicales y mirando la cosa con un poco más de perspectiva por el tiempo transcurrido, vuelvo a reflexionar sobre por qué parecía que tenían tanta prisa en que se celebraran las dichosas elecciones, hasta el punto de que los representantes de UGT y simpatizantes llegaron a acosar a los miembros de más edad de la mesa electoral (compuesta por Pedro Aguirre, Emilio Velasco y Amparo Criado).

Entonces me preguntaba si tenían algún muerto en el armario que no querían que se descubriera antes de las elecciones.

Pues bien, puede que tengan no uno sino varios muertos en el armario, pero de momento no se han conocido.

Pero ahora me inclino más a pensar que había dos razones para tanto nerviosismo:

1º) que los representantes de UGT siempre han mangoneado, de una forma u otra, los asuntos relativos al comité de empresa. Y en esta ocasión veían que la responsabilidad de llevar a buen puerto todo el proceso electoral no dependía de afiliados o simpatizantes suyos, sino de dos personas (porque formaban mayoría en la mesa electoral) que no eran de sus huestes sino, más bien, conocedores y contrarios a la manipulación que venían haciendo los dirigentes de UGT en Instalaciones Deportivas.

En otras palabras, estaban nerviosos porque no tenían el control. ¿Podría ser que algún simpatizante les dejara de apoyar si les veía en una situación de debilidad después de tantos años de mangoneo? Tal vez tenían miedo a dar esa imagen de vulnerabilidad y de ahí la necesidad de atacar a quien, por otro lado, poco o ningún daño podía hacerles, puesto que UGT ya gozaba de la mayoría en el comité con la ayuda de Enrique García Santamaría.

2º) Puede ser, como razón añadida, que estuvieran ansiosos porque se celebraran las elecciones para tomar posesión de la cuota de poder que esperaban obtener, que seguramente era la de conseguir la mayoría en el comité, como así ha sucedido.

¿Porqué tanto interés? Al fin y al cabo, unas elecciones sindicales son algo cotidiano y nadie se debería alterar. Bueno, las posibles razones de tanto nerviosismo y prisas en la UGT las cuento en otra entrada.

Por último, un hecho positivo ha salido de estas votaciones: Enrique García ha quedado fuera del comité. La gente se ha dado cuenta de lo chaquetero que es este personaje y de cómo ha vendido rastreramente a todos sus compañeros en el asunto de los tiempos de bocadillo. Nunca le ha preocupado la suerte de los trabajadores, sólo la suya y la de su esposa.

También la UGT lo ha hecho (perjudicar a los empleados de los polideportivos) pero, claro, los voceros al uso ya se han encargado de silenciar esa parte de la copla y a muchos trabajadores no les han llegado las noticias.

Recuerdo aquí, para la posteridad, que en la candidatura de Enrique García iban las siguientes personas:

Enrique García
Carlos Navas
Juan García
Milagros (esposa del primero)
Eduardo Montes
Ana López (esposa del anterior)

¿Y cuántos votos han sacado? SEIS. ¡Caramba, coincide con el número de candidatos!

Nada más por esta noche.